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TODO PASA
Posted by MARIA SANTIAGO on

Las fotos muestran la imagen de la misma rama, en diferente circunstancia. La de la izquierda fue tomada el 29 de septiembre de 2017, a días del paso del paso del huracán María; la de la derecha fue tomada el 10 de diciembre del mismo año. Una diferencia impresionante con sólo haber transcurrido algunas semanas de tan terrible evento. Lucas 12:27-31 dice:27. Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.28. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el...
HOY ES UN BUEN DÍA
Posted by MARIA SANTIAGO on

Puede que alguna vez alguien haya herido tus sentimientos, te haya lastimado o decepcionado. Y con gran probabilidad hayas decidido, por amor, perdonar a quien o quienes te hicieron sentir mal. Pero ¿qué tal cuando el causante de tu frustración eres tú? Sí, porque en muchas ocasiones has sido tú mismo el responsable de hacer tus días más difíciles; juzgándote, lastimándote y no siendo compasivo cuando fallas. Te resulta más fácil perdonar a otros y, por amor, echar a un lado lo que te hirió para seguir adelante. En cambio, cuando la situación es única y exclusivamente con tu “YO”, sin importar el...
EL ARTE DE CREAR SOLUCIONES
Posted by MARIA SANTIAGO on

En medio de una clase de arte, repentinamente hubo un apagón y todo el recinto quedó a oscuras. La paleta de colores que engalanaría los lienzos se convirtió en sombras y parecía que una nube negra cubría todo nuestro cielo; sin embargo, contrario a lo supuesto por todos, el profesor no suspendió la clase para abandonar aquella cueva tenebrosa. En cambio, nos solicitó que buscara cada uno en su memoria la imagen de un paisaje hermoso, una experiencia inolvidable o la imagen de un rostro tierno para convertirlo en una obra de arte. Palpamos a nuestro alrededor para identificar dónde...
DECíDETE A LANZAR EL BALóN
Posted by MARIA SANTIAGO on

A cinco segundos de terminar el partido de baloncesto, me tocó un pase de balón; a mi equipo sólo le faltaban dos puntos para empatar el juego y uno adicional para ganar. Me encontraba en la zona de tres puntos; por tanto, mi lanzamiento era decisivo y representaba nuestro triunfo o eventual derrota. Enorme responsabilidad la que tenía sobre mis hombros y nunca había sentido un peso tan grande sobre mí; pues todo dependía de mi ejecución. De repente, todo a mi alrededor se paralizó, pero mi mente continuó su marcha a todo vapor y sólo una pregunta retumbaba en ella: ¿Qué...